Quizá sea tarea de la ciencia —con conciencia— ese análisis. Lo cierto es que no está completa la justicia, y ya le falta mucho, hasta que se proclame su condición de espuma junto a la de sedimento. Y es que Violeta Parra, que venía de tan hondo, que era parte de lo primigeneo, usaba esta sabiduría para saltar a lo nuevo, como defendiendo las raíces desde la exuberancia del follaje. Silvio Rodríguez